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NATURALEZAYVIDA

PLENO INVIERNO

PLENO INVIERNO: EL ETERNO CAMBIO CÍCLICO DE LAS ESTACIONES Y DE LA NATURALEZA.

 

Hay muchas naciones, donde sus habitantes se sienten afortunados por no tener invierno, por ser países cálidos o tropicales donde todo el año se puede disfrutar de un tiempo expléndido, estar en la calle, ir a la playa, o pasar el día en el bosque merendando. Pero aquí no pretendo despreciar el invierno, porque a lo sumo es la estación que muestra mejor la fuerza de la naturaleza, con lluvias, frío, viento, nieves y temporales en ocasiones. Es maravilloso detenerse en la casa y escuchar el viento y llover. La magia del clima es fantástica y me gusta el cambio de la estación cálida a la más fría y lluviosa. Solo me detengo en ocasiones a pensar lo bien que estaba durante el verano en las amplias playas y con mis amistades contemplando el mar. Cada estación tiene su magia, y nada es "atemporal" todo es cíclico, va y viene y todo retorna magicamente a lo largo de las estaciones, pues las plantas, y como no también las personas y animales están concebidos y adaptados a estos cambios climatológicos, necesitando comidas más ricas en nutrientes, más copiosas y pesadas y ropas de más abrigo en los meses invernales.

 

Pero la magia del tiempo está siempre, para recordarnos lo efimero y pasajero. Los países del trópico, tropicales, por estar en otras latitudes, disfrutan de un clima explendido, si bien es cierto que el clima influye en el pensamiento, mostrandose más alegres, pienso que variar de magia climatica es un gran enriquecimiento, que va desde lo que se come y se viste hasta definir los meses de vacaciones y de trabajo más propicios.

 

Es todo una magia continua y más diversa, que todos deberíamos de recibir con un aplauso, porque aunque es cierto que no es tan agradable, pienso que es de crios querer estar siempre en la calle disfrutando, uno debe de saber también recogerse en el hogar para pensar y meditar en todo, y reflexionar sobre su vida. Mantenerse en el plano mental, y dar rienda suelta a las cavilaciones para las que no tenemos tiempo ni ganas en los meses de verano.

El frío es recogimiento, y pensamiento. La natureleza se detiene a pensar, en todo, hay más silencio, sólo roto por la impetuosa tormenta o el rugido del viento, y se consumen alimentos más fuertes o nutritivos y se piensa que en unos meses todavía llegara un poco de sol y se inundarán los campos de flores con la llegada de la próxima estación: la primavera.