EL HUMO Y LAS HUMAREDAS: SÍMBOLO DE LA RENDICIÓN DE LO MATERIAL AL FUEGO. SÍMBOLO DE LO ETERNO Y DE LO PASAJERO.

El humo es algo más que una mística que nos dirige a otros planos del ser; disolviendose la esencia de lo que quemamos en nuestro cuerpo y pasando a través de los pulmones a nuestra sangre y distribuyéndose por todo el cuerpo. Es una fusión con la Naturaleza a través de las vías respiratorias que nos une a la naturaleza y nos funde con ella.

 

El fuego nace con la humanidad, y es la razón de ser de numerosas fiestas y colectividades donde se celebran cosas. También está en lo singular de las casas y aparte de dar calor, hace que nos fundamos con esta mística de la que hablaba, y nos llene el cuerpo de naturaleza. El fuego es el símbolo a su vez de lo efímero y lo pasajero, pues todo perece con el y se funde en la nada de nuevo. Pero ante todo su perfume, ese humo, que nos llena de vida, es lo que tratamos aquí se trata de una esencia mística, en las que en fiestas tantas personas se deleitan en cocinar exquisitos platos que pasarán a tener todo el sabor de las llamas encendidas. Cuando estoy con el fuego, pienso en lo efímero y en lo eterno y en la llama incandescente del ahora, pienso en los Dioses y en las personas, en lo eterno y lo pasajero, y me lleno de la mística de la llama. Esto es algo que a todo el mundo le pasa pues rapidamente la llama pasa de la vista a la propia sangre a través de los pulmones que lo respiran. Un hogar sin fuego es un hogar al que le falta algo.